La nueva Ley de Telecomunicaciones de Peña y Lozano, intenta destruir tus derechos constitucionales de ciudadano, asi por ejemplo, el Articulo 192 establece que el proveedor de servicio debe de informar al gobierno, toda tu informacion, tu nombre, direccion, sitios en los que has navegado, el destino de tus comunicaciones, tus contactos y si has dicho alguna palabra ofensiva al gobierno, para que con el Articulo 145 te suspendan tu cuenta y claro, seas considerado un delincuente.
Y si eso ya es grave, el articulo 146 permite el cobro diferenciado de conectividad, lo que en cristiano quiere decir que si te conectas a Youtube, a Facebook o a Twitter, tendras que pagar, pero no a las compañias, sino al gobierno, la catidad que ellos quieran cobrar a su discrecion, mas dinerito para los gordos bolsillos de Peña.
Y en el articulo 197, cualquiera que desde cualquier plataforma, ose decir alguna critica al gobierno, se convierte automaticamente en criminal y puede ser castigado, desde bloquear su cuenta, hasta ser enviado a la carcel, todo esto con criterios arbitrarios y "cuando el gobierno lo demande".
Asi que si alguien se atreve a decir que hay muchos asaltos y asesinatos en el Estado de Mexico, estaria cometiendo un crimen peor que vender droga en una Primaria, y le suspenderian su cuenta, o lo detendrian, y tu por visitar la pagina del periodico que lo dijo, te suspenderian la cuenta y serias automaticamente fichado, quizas hasta detenido.
Ahora los senadores, no contentos con habernos robado Pemex, quieren robarnos los derechos, quieren regresarnos a la epoca en que la Casta Divina regia y cualquiera que los desobedeciera, fuera enviado a la carcel, nos quieren reducir a esclavos, a sirvientes sumisos, a basura que puedan pisotear como se les de la gana, esto ya se paso de tueste, es necesario organizarnos y sacar a ese buey de la barranca.
El sexenio pasado ya se nos mostro el camino, a un Politico se le puede desaforar, y una vez desaforado, enjuiciarlo, y creo que ya le llego el turno a Peña, ese sucio traidor a la Patria, que ahora nos quiere de sus puerquitos.
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